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Mantener la misma rutina diaria
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Realizar ejercicio físico suave de al menos 1 hora diaria y evitarlo por la noche porque te activaría.
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Evitar siestas de más de 30 min.
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No tomar sustancias excitantes como el alcohol, el café o el tabaco, sobre todo en las últimas horas del día.
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Tener en cuenta que hay medicamentos que puedes alterar el sueño.
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Realizar cenas ligeras y esperar a acostarse 1 o 2 horas después de ingerir alimentos. Nunca acostarse con hambre.
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Mantener horarios regulares. Si una vez en la cama no consigues conciliar el sueño en 15 minutos, levántate y cambia de lugar para conseguir relajarte y que te venga el sueño.
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Evitar la exposición a la luz brillante por la tarde noche.
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En la cama, evitar realizar tareas que impliquen actividad mental, como usar el móvil, ver la tele o leer.
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Mantener un buen ambiente de temperatura, oscuridad, silencio, etc.
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Procurar adoptar conductas relajantes como escuchar música tranquila, realizar una ducha con agua templada, etc.